Ingredientes:
- Frijoles
- Agua
- Cebolla
- Ajo
- Laurel
- Sal
Procedimiento:
Paso 1:
Remojar los frijoles en agua durante la noche.
Paso 2:
En una olla grande, agregar los frijoles remojados, suficiente agua para cubrirlos, cebolla picada, ajo picado, hojas de laurel y una pizca de sal. Llevar la olla a hervir a fuego medio-alto.
Paso 3:
Cuando los frijoles estén hirviendo, reducir el fuego a medio-bajo y mantener un hervor suave durante aproximadamente una hora y media o hasta que los frijoles estén tiernos. Agregar más agua si es necesario durante la cocción.
Paso 4:
Una vez que los frijoles estén tiernos, ajustar el nivel de sal al gusto y continuar cocinando por 10 minutos más para que los sabores se mezclen.
Paso 5:
Retirar la olla del fuego y dejar reposar por unos minutos antes de servir los frijoles calientes.
Consejos:
- Se pueden añadir otros ingredientes como carne de cerdo, chorizo o tocino para dar más sabor a los frijoles.
- Para obtener una textura más cremosa, se pueden triturar algunos frijoles y luego agregarlos de nuevo a la olla.
- Acompañar los frijoles con tortillas calientes, arroz blanco y plátanos fritos para una comida completa.
¿Cuántas tazas de agua por una de frijoles?
Añade la cantidad de frijoles que vas a cocinar a un recipiente y cúbrelos muy bien de agua fría, se recomienda usar 3 tazas de líquido por cada taza de legumbres. Lo ideal es que los frijoles estén en remojo toda la noche, pero basta con 6 horas para conseguir un buen resultado. Para cocinar una taza de frijoles se recomienda usar 3 tazas de agua.
¿Qué pasa si le echo sal a los frijoles?
Coloque la sal únicamente cuando los frijoles ya estén cocidos. Si agrega la sal al principio, los endurecerá. Además, agregar sal al principio puede hacer que los frijoles tomen más tiempo en cocinarse. La sal actúa como un agente que retarda la cocción, por lo que si se agrega al principio, los frijoles tardarán más en ablandarse.
Agregar sal al final, una vez que los frijoles estén casi completamente cocidos, permitirá que conserven su textura suave y tierna. La sal resaltará el sabor de los frijoles y realzará su delicioso sabor.
Es importante recordar que no se necesita agregar demasiada sal a los frijoles. Añadir una pizca o al gusto será suficiente para realzar su sabor sin abrumarlo.
¿Cómo hacer para que los frijoles no queden duros?
Para evitar que tus frijoles queden muy duros es recomendable dejarlos en agua desde la noche anterior para que se ablanden más rápido. También puedes seguir los siguientes pasos para asegurarte de que tus frijoles queden tiernos:
1. Lava y enjuaga los frijoles antes de cocinarlos para asegurarte de que no haya ninguna impureza.
2. Remoja los frijoles en agua fría durante al menos 8 horas o durante toda la noche. Asegúrate de que estén completamente cubiertos de agua.
3. Después del remojo, desecha el agua y enjuaga los frijoles nuevamente.
4. En una olla grande, agrega los frijoles remojados y cúbrelos con suficiente agua.
5. Agrega sal al gusto, pero evita añadir otros condimentos o ingredientes ácidos (como tomate o vinagre) durante la cocción, ya que pueden hacer que los frijoles se mantengan duros.
6. Lleva los frijoles a hervor y luego reduce el fuego a medio-bajo. Cubre la olla con una tapa semi abierta y cocina los frijoles, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén tiernos. Esto puede tomar aproximadamente 1.5 a 2 horas, dependiendo del tipo y tamaño de los frijoles.
7. Prueba los frijoles para asegurarte de que estén suaves y tiernos. Si todavía están duros, continúa cocinándolos hasta que alcancen la textura deseada.
8. Una vez que los frijoles estén tiernos, retira la olla del fuego y déjalos reposar durante unos minutos antes de servir.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de unos deliciosos frijoles tiernos en tus comidas. ¡Buen provecho!
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