Hablar de productos cárnicos supone sacar a colación una enorme cantidad de opciones por las que pueden decantarse los consumidores. Teniendo en cuenta las numerosas alternativas que existen, sorprende que una de ellas haya experimentado un gran auge a lo largo de los últimos años. Nos referimos a la carne de caballo.
Varios aspectos son los que dan pie a que la carne de caballo sea un producto gastronómico tan bien considerado por los usuarios. A continuación averiguaremos las principales claves que derivan en que se trate de un producto cuyas ventas no paran de aumentar no solo en carnicerías y establecimientos físicos en general, sino también en comercios electrónicos.
Disponible en múltiples formatos
Lo primero que llama la atención de la carne de caballo es la multitud de formatos que están a disposición de los usuarios. El objetivo por parte de los productores es claro: satisfacer los gustos y las necesidades de todo tipo de personas. Lo cierto es que lo consiguen, tal como demuestra el hecho de que poco a poco esté pasando a estar presente en una mayor cantidad de cocinas y despensas en general.
Pero, ¿de qué formatos hablamos? La lista es extensísima, abarcando desde pinchos morunos, salchichón, entrecot y ossobuco hasta hamburguesa, filete, cecina y morcillo. A los ya mencionados hay que sumar otros bastante exitosos como la carne picada, la chuleta y la costilla.
Infinidad de recetas de lo más sabrosas
Debido precisamente a la disponibilidad de tantos formatos distintos, no sorprende que las recetas que pueden prepararse con carne de caballo sean numerosísimas. Contando con los ingredientes requeridos, existe la posibilidad de elaborar toda clase de platos que destacan por ser sabrosos, nutritivos y, además, saludables -un aspecto en el que profundizaremos más adelante-.
Antes de hacerlo, toca mencionar algunas de las recetas que se recomiendan a los amantes de la gastronomía. Si tú también eres uno de ellos, no te puedes perder el estofado de carne de caballo a la pedro ximenez, los filetes rellenos de pimiento, la chuleta a la mostaza y el pincho con setas.
Precio ajustado teniendo en cuenta la calidad de la carne de caballo
2024 no está siendo una época de bonanza para los españoles, ni mucho menos. Basta con ir al supermercado para darse cuenta de que los productos alimenticios cuestan mucho más que antes. Así pues, disfrutar al máximo de la gastronomía se convierte en una quimera para una gran cantidad de familias.
Por suerte, la carne de caballo no es prohibitiva a nivel económico, sino más bien lo contrario. El precio a pagar es más que razonable si tenemos en cuenta la calidad de la que presume. Aunque esto último depende del productor y de si la carne es de elaboración propia en su totalidad, en líneas generales hablamos de un nivel muy elevado.
Un claro ejemplo es el de la cecina de caballo. El pack de doscientos gramos se encuentra disponible a un precio de ocho euros, muy ajustado si valoramos el hecho de que los ingredientes solamente son carne de caballo y sal. Además, el proceso de curación es realizado de manera orgánica, con todo lo positivo que ello conlleva.
Beneficios de la carne de caballo
Ahora que hemos mencionado la alta calidad de la carne de caballo, es un buen momento para profundizar en los beneficios que trae consigo. Este es precisamente el factor que más ha colaborado en popularizar al máximo dicho producto gastronómico. Y no es para menos, puesto que los españoles cada vez se preocupan más por su bienestar y por la calidad de vida en general.
¿También es tu caso? Entonces has de saber que, incorporando la carne de caballo en tu dieta, puedes obtener una serie de beneficios, empezando por uno de los más importantes: aporta muchos ácidos grasos omega 3. De esta forma, las probabilidades de sufrir arritmias disminuyen considerablemente, haciendo lo propio el colesterol, así como la presión de las arterias.
No son las únicas sustancias que la carne de caballo proporciona en gran cantidad a los consumidores. Del listado también forma parte la vitamina B que tan importante es para el organismo -incluyendo la mente-, así como otros elementos fundamentales para el ser humano: zinc, magnesio, hierro, proteínas, fósforo, etcétera.
Tal vez creas que, a cambio, hay que lidiar con una elevada cantidad de grasa, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que el contenido podría considerarse bajo si tenemos en cuenta que se trata de una carne.
Si a todo esto sumamos lo tierna que es la carne de caballo y lo fácil que resulta el hecho de digerirla, no es de extrañar que paulatinamente se esté dejando ver en una mayor cantidad de hogares españoles, consumiéndola de manera regular para beneficiarse de ella al mismo tiempo en que disfrutan de su sabor.
Leave a Comment